Extractos de City of Fallen Angels

"Tener problemas de estrella de rock puede ser lo más cercano que llegue a ser de un verdadero rockstar."
"Nadie dijo que llamaras a tu banda Salacious Mold (molde jugoso) mi amigo".
"Somos Millennium Lint (Pelusa del Milenio) ahora." Protesto Simon
Clary se encogió de hombros. "Mira, sólo arregla esto antes de la boda. Si ambas creen que van a ir contigo y descubren en la boda que estas saliendo con las dos, te mataran." Ella Se puso de pie. "Y, Luego se arruinará la boda de mi madre, y ella te matara. Por lo que estarás muerto dos veces."
-City of Fallen Angels, City of Glass Excerpt, Clary & Simon

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"¿Crees que eres un vampiro", dijo la madre de Simón, aturdida. "¿Crees que bebes sangre."

"Yo bebo sangre", dijo Simon. "bebo sangre de animales."

"Pero eres vegetariano." Su madre parecía estar al borde de las lágrimas.

"Yo lo era. No lo soy ahora. No puedo serlo. La sangre es lo que me permite vivir ". Simon sintió la garganta apretada. "Nunca he hecho daño a nadie. Yo nunca he bebido la sangre de otra persona. Sigo siendo la misma persona. Sigo siendo yo"

Su madre parecía estar luchando por mantener el control. "Tus nuevos amigos, son vampiros también?"

Simón pensó en Isabelle, Maia, Jace. No podia explicar lo de Cazadores de Sombra y Hombres Lobos también. Seria demasiado. "No. Pero saben que soy uno ".

"¿Te han - te han dado drogas? Hicieron que tomaras algo? Algo que te haga alucinar?"

"No. Mamá, esto es real"

"No es real", susurró. "¿Crees que es real. ¡Oh, Dios. Simon. Lo siento mucho. Me he dado cuenta. Nos pondremos en contacto con ayuda. Encontraremos a alguien. Un doctor. Cueste lo que cueste - "

"No puedo ir a un médico"

"Sí, tú puedes. Tienes que estar en alguna parte. Un hospital, tal vez ... "

El tendió su muñeca hacia ella. "Siente mi pulso", dijo.

Ella lo miró, desconcertada. "¿Qué?"

"Mi pulso", dijo. "Tómalo. Si tengo y lo encuentras, está bien. Voy a ir al hospital contigo. Si no, tienes que creerme"

Ella secó las lágrimas de sus ojos y poco a poco llegó a tomar su muñeca.

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"Encantadora" él dijo. "Graciosa como un copo de nieve cayendo".

"¿Estaba gritando?" preguntó ella, realmente curiosa. "Ya sabes, mientras caía"

Él asintió con la cabeza. "Afortunadamente no hay nadie en casa o habrían asumido que te estaba asesinando".

"Ja. No puedes alcanzarme" Ella giro una pierna perezosamente en el aire.

Los ojos de Jace brillaron. "¿Quiere apostar?"

Clary sabía que significaba esa expresión. "No" dijo ella rápidamente. "Vamos a hacer cualquier cosa que-"

Pero ya estaba hecho. Jace se movía con rapidez, sus movimientos individuales eran casi invisibles, vio su mano ir a su cinturón, y entonces algo brilló en el aire. Oyó el sonido de la tela de despedida como el cable por encima de su cabeza. Se soltó, quedando libre, también sorprendió al gritar directamente a los brazos de Jace. El tiro de ella hacia atrás y los dos quedaron tumbados juntos sobre una de las colchoneta, Clary encima de él. Él sonrió burlonamente hacia ella.

"Ahora" dijo "Esto es mucho mejor. Ni siquiera haz gritado".

"No tuve la oportunidad." Se quedo sin aliento, y no sólo por el impacto de la caída. Estar tirada en la parte superior de Jace, sintiendo su cuerpo contra el suyo, le dejo la boca seca y su corazón latía más rápido. Había pensado que tal vez su reacción física hacia él, sus reacciones ante los demás se desvanecería con la familiaridad, pero no había ocurrido. En todo caso, había empeorado... o mejorado, supuso, dependiendo de cómo lo pensara

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"Camille", dijo Magnus. "Ha sido un largo tiempo, ¿verdad?"

Ella sonrió. Su piel parecía más blanca de lo que recordaba, y pequeñas venas de araña oscura comenzaban a aparecer bajo su superficie. Su cabello seguía siendo el color de la plata hilada y sus ojos estaban aún verdes como un gato. Ella seguía siendo hermosa. Viéndola a ella, él estaba en Londres de nuevo. Vio las luces de gas y olio el humo y la suciedad y los caballos, el olor metálico, la niebla, las flores en los jardines de Kew. Vio a un muchacho de pelo negro y ojos azules como Alec, escuchó música de violín, como el sonido del agua de plata. Vio a una chica con el pelo largo y castaño y un rostro serio. En un mundo donde todo le fue arrebatado, ella era una de los pocos constantes restantes.

Y luego estaba Camille.

"Yo te he echado de menos, Magnus", dijo.