lunes, 2 de agosto de 2010

Extracto de Lover Mine

"Bueno, creo que hemos terminado". 

John sintió un último golpe en el hombro y luego la pistola de tatuar enmudeció. Levantándose de donde había estado acurrucado durante las dos horas anteriores, extendió los brazos sobre la cabeza y se estiró a fondo. 

"Dame un segundo, voy a limpiarte un poco". 

Mientras que el macho humano se dirigía a un lavabo de acero inoxidable, John estiró la espalda una vez más, dejando que el hormigueante zumbido que se extendía a través de la parte superior de la espalda le recorriera todo el cuerpo. 

En la pausa que siguió, le llegó un extraño recuerdo en el que no había pensado durante años. Era de sus días en el orfanato de Nuestra Señora, cuando no sabía lo que era en realidad. Uno de los benefactores del lugar era un hombre rico que tenía una gran casa a orillas del lago Saranac. Cada verano, los niños eran invitados a pasar el día y a jugar en el césped del tamaño de un campo de fútbol y a pasear en el precioso barco de madera y a comer sándwiches y sandía. 

John siempre se quemaba con el sol. No importaba lo mucho que hubiera untado sobre él, su piel siempre se había achicharrado, hasta que finalmente le relegaban a la sombra del porche. Obligado a permanecer siempre al margen, había visto a los otros niños y niñas divirtiéndose, escuchando el lazo de sus risas deslizándose por la hierba verde y brillante, comiendo la comida que le traían solo, siendo testigo de la diversión en lugar de ser parte de ella. 

Que gracioso, sentía la piel de la espalda como entonces: tirante y espinosa, especialmente cuando el tatuador volvió con un paño húmedo e hizo círculos sobre la tinta fresca. 

Tío, John recordaba con pavor la terrible experiencia anual en el lago. Había querido tanto estar con los demás ... aunque siendo honesto, había sido menos por lo que estaban haciendo, y más porque estaba desesperado por encajar. ¡Jodida mierda!, podrían haber estado masticando fragmentos de cristal con la sangre chorreando por las camisetas y habría seguido queriendo participar.

Aquellas seis horas en aquel porche con nada más que un comic o quizás la inspección de un nido de pájaros caído, le habían parecido meses. Demasiado tiempo para pensar y anhelar. Siempre había querido ser adoptado y en momentos de soledad como aquellos, el pensamiento le consumía: Más aún que ser uno más entre los niños, había querido una familia, una verdadera madre y un padre, no sólo tutores a los que pagaran para criarle. 

Quería pertenecer a alguien. Le hubiera gustado tener a alguien a quien decir: eres mío. 

Por supuesto, ahora que sabía lo que era ... ahora que vivía como un vampiro entre vampiros, comprendía la cosa de poseer mucho mejor. Claro, los humanos tenían un concepto de unidad familiar y matrimonio y toda esa mierda, pero los vampiros eran más como animales de manada. Los lazos de sangre y las vinculaciones eran mucho más viscerales y acaparadoras.

Pensar en su yo más joven y más triste, hacia que le doliera el pecho, aunque no porque deseara volver atrás en el tiempo y decirle a ese niño pequeño que sus padres volverían por él. No, le dolía, porque lo que había querido casi le había destruído. Claro que su adopción llegó, pero lo de “pertenecer a alguien” no. Wellsie y Tohr habían entrado en su vida, diciéndole lo que era y enseñándole una pequeña visión de un hogar… que luego desapareció. 

Así que se podría afirmar categóricamente, que era mucho peor haber tenido y perdido a unos padres que no haberlos tenido nunca. 

Sí, claro, Tohr estaba técnicamente de vuelta en la mansión de la Hermandad, pero para John, siempre estaba lejos: a pesar de que ahora decía las cosas adecuadas, había habido demasiados despegues que ahora que por fin aterrizaban, era demasiado tarde. 

John había terminado con el tema de Tohr. 

"Aquí hay un espejo. Mírate tío". 

John asintió con la cabeza en agradecimiento y se acercó a un espejo de cuerpo entero en la esquina. Mientras Blay regresaba de fumarse un cigarro y Qhuinn salía de detrás de la cortina de la habitación de al lado, John se volvió y le echó un vistazo a lo que tenía en la espalda. 

Era exactamente lo que quería. Y la orla era la ostia. 

Asintió con la cabeza mientras movía el espejo de mano, comprobando todos los ángulos. Tío era casi vergonzoso que nadie más que los chicos fueran a ver esto. El tatu era espectacular. 

El nombre de Xhex estaba en su piel. Formando parte de él para siempre. Hasta que la muerte secara la carne de los huesos.

No importaba lo que sucediera después, si la encontraba viva o muerta, ella siempre estaría con él. 

La visión de estos cuatro caracteres en el Lenguaje Antiguo le aliviaban. Que era más de lo que podía decir de cualquier otra cosa que había intentado. Beber, trabajar hasta la extenuación, luchar contra los lessers hasta que no eran solo ellos los que sangraban ….. nada le daba paz. 

Estas dos últimas semanas desde su secuestro habían sido las más largas de su vida. Y había tenido algunos días jodidamente largos antes de esta mierda. 

Dios, no saber dónde estaba. No saber que le había pasado. Haberla perdido ... se sentía como si hubiera sido herido de muerte aunque su piel estaba intacta y los brazos y las piernas sanos y el pecho impenetrable a balas u hojas. 

Ella no le quería, cierto. Ella le había despachado, cierto. Pero esa era la cosa. Después de haberse intoxicado por el rechazo, cayó en la cuenta de que, aunque ella no sintiera lo mismo que él, el podía tener sus propias emociones. 

Todavía podía dedicarle su vida. Matar por encontrarla. Traerla a casa, en el estado que fuera que estuviera, ya fuera para sanarla o enterrarla. 

Ella era la suya. Y la falta de reciprocidad no cambiaba esa realidad. Incluso si traerla de vuelta significara que ella viviría una vida que no le incluyera a él, estaría bien. Solo quería que estuviera a salvo y viva. 

Imaginaba que así era como había sabido que realmente la amaba. 

John miró al artista, puso la mano sobre su corazón y se inclinó profundamente. Mientras se elevaba de la posición de agradecimiento, el hombre le tendió la mano. 

"De nada, hombre. Significa mucho para mí que te guste. Déja que te lo tape un poco con una venda. " 

Después de estrecharse la mano, John signó y Blay tradujo, "No hace falta. Se cura rápido". 

"Pero va a necesitar tiempo para…" El tatuador se inclinó y luego frunció el ceño al inspeccionar la piel donde había trabajado. 

Antes de que el hombre comenzara a hacer preguntas, John dio un paso atrás y cogió la camisa de manos de Blay. El hecho era que la tinta que habían traído la habían birlado del escondite de V, lo que significaba que parte de su composición incluía sal. Ese nombre y las florituras estarían permanentemente en la piel de John, y la piel ya había sanado. 

Lo que era una de las ventajas de ser un vampiro de sangre casi pura. 

Blaylock echó mano a la chaqueta de John, y cuando la mujer que había estado con Qhuinn salió de detrás de la cortina de la habitación de al lado, fue difícil no darse cuenta de la expresión de dolor de Blay. Como alguien que también tenía los pantalones puestos por su amor no correspondido, el primer impulso de John era llegar hasta su amigo, pero se cortó. 

A veces todo lo que le quedaba a un tío era su dignidad.

"Ese tatu mola," dijo Qhuinn.

Mientras la mujer movía la cabeza y deslizaba un papel en el bolsillo de atrás de Qhuinn, John quería decirle que no tuviera muchas esperanzas. Una vez que el tipo se follaba a alguien se había terminado, eran como maquinillas de afeitar desechables que usaba para afeitar los bordes de su agresión. Lamentablemente, la tal Kat von D parecía que tuviera estrellas en los ojos. 

"Llámame", le susurró con un aplomo que se iría desvaneciendo con el paso de los días. 

Qhuinn sonrió un poco. "Cuídate". 

Al escuchar esa palabra, Blay se relajó, los grandes hombros se cuadraron. En Qhuinn-landia, "cuidarse" era sinónimo de "No voy a volver a verte, llamarte o follarte” 

John sacó la cartera, que estaba repleta de toneladas de billetes y absolutamente ninguna identificación, y sacó cuatro de cien. Que era el doble de lo que valía el tatu. A medida que el artista sacudía la cabeza diciendo que era demasiado, John asintió con la cabeza hacia Qhuinn. 

Ambos levantaron la mano derecha hacia los humanos, y buscaron en esas mentes vaciando los recuerdos del último par de horas. Ni el tatuador ni la recepcionista tendrían ningún recuerdo concreto de lo que habían hecho. Como mucho, podrían tener sueños borrosos. Como poco, tendrían dolor de cabeza. 

Mientras el par caía en trance, John, Blay y Qhuinn salieron por la puerta de la tienda a las sombras. Esperaron hasta que el artista recuperó el enfoque, se acercó y echó la cerradura ... hora de volver al trabajo. 

¿Al "Iron Mask?" preguntó Qhuinn. Su voz era un poco más baja de lo habitual, evidencia de la satisfacción post coital. 

Blay encendió un Dunhill mientras John asentía y signaba, “Nos están esperando”. 

Uno tras otro, los tres desaparecieron en la noche. John fue el último en desmaterializarse y se detuvo un momento, sus instintos alerta. 

Mirando a izquierda y derecha, sus ojos agudos penetraron la oscuridad. Trade Street tenía un montón de luces de neón y coches que pasaban, porque eran solo las dos de la mañana, pero no estaba interesado en las partes iluminadas. 

Lo suyo eran los callejones oscuros.

Alguien les estaba mirando. 

Metió la mano dentro de la chaqueta de cuero y cerró la mano alrededor de la empuñadura del puñal. No tenía problemas en matar al enemigo, sobre todo ahora, cuando sabía perfectamente que tenían a su mujer ... esperó que algo que oliera como un ciervo muerto hacía una semana le llegará a la nariz. 

No hubo suerte. En cambio, su móvil empezó a pitar. Sin duda Qhuinn y/o Blay se preguntaban dónde coño estaba. 

Esperó un minuto más decidiendo que la información del Sombra era más importante que lanzarse tras los asesinos que se escondían en las sombras. Xhex era su prioridad. Ella era la única cosa que importaba en su mundo. Traerla de vuelta a casa era el principio y final de todo.

Con la venganza fluyendo espesa en sus venas, John se desmaterializó en el aire, sin dejar nada atrás.



Traducción: Dhaggery
Corrección: Lhust
Para la Encomienda del Cenit


Gracias! :)

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