Mis lineas (5) +18

Visitas nocturnas

Me senté en la cama, cansada, muy cansa, pero fue una mala idea, al inclinarme solo un poco, mi cabeza rozó la almohada y ya no supe de nada… al rato escuche un ruido, entraba mucho viento y descubrí que no era nada más que la ventana, agotada me puse de pie y cerré la ventana. Adormecida pude sentir que algo se paseaba por mi habitación, sin querer prestarle atención me fui a mi cama.

Al subirme pegué un grito, de esos que podrían dejar sordo a cualquier persona, ¡Había un hombre en mi cama! El me agarró la cabeza y me dijo: “Silencio, soy yo.” No lo conocía, nunca antes lo había visto, pero esa voz, algo en el me causo confianza, algo en ese desconocido me hacía creer que lo conocía… algo en ese desconocido desató algo dentro de mí que no sentía hace mucho tiempo.

Me tomó de la cintura, lo besé, simplemente me deje llevar por mis instintos, no sabía porque lo hacía, pero todo en mi lo pedía, una pequeña parte de mi se preguntaba que estaba haciendo, pero mi cuerpo pedía a gritos más de él.

Gemí al sentir su cuerpo bajo el mío, duro, preparado para mi, su lengua se introdujo en mi boca, saboreándola completa. Con un brusco pero seductor movimiento él se posiciono sobre mí, aplastándome, haciéndome desear su cuerpo cada vez más. No podía esperar más, su cuerpo se sentía perfecto junto al mío, fuerte, masculino, grande, muy grande. Sus manos descendieron poco a poco, extrañamente delicadas, rozaron mi cuello, provocándome escalofríos, pero no se detuvieron ahí, siguieron lentamente a mis pechos, sin separar su boca de la mía, provocando mi lengua en su boca.

Sus manos se moldearon a mis pechos, tocándolos, apretándolos levemente, con la presión indicada para hacerme enloquecer de pasión, si, quería mas, quería todo de él. Una de sus manos siguió provocando mi pezón mientras que la otra bajó, bajó al lugar en que más necesitaba su toque, donde más lo disfrutaría, antes de llegar, se detuvo, me miro a los ojos, y me dijo “Despierta, Kate…” Con una cara desfigurada por la confusión la neblina fue apareciendo y fue entonces cuando me di cuenta que estaba soñando y en el mismo segundo mis ojos se abrieron, queriendo volver a cerrarse.

“¡Kate! ¡Kate! ¿Estás ahí? ¡Ya es tarde!” Era Connor, y lo demás había sido solo un sueño.

Perfecto, ¡estaba teniendo el mejor sueño de mi vida y Connor me despierta! Y, como si fuera poco, ¡llegaría tarde a la reunión más importante de mi vida!

Alto… algo estaba mal, la ventana estaba abierta y su cuerpo se sentía como si… no, imposible hace mucho tiempo que no… debe haber sido solo producto del sueño, un sueño. No era nada más que un sueño.